Melchor Núñez Pérez

Melchor Núñez Pérez
Biólogo. Ha sido profesor y director del Instituto de Enseñanza Secundaria Viera y Clavijo de La Laguna. Nacionalista constitucionalista y autonomista. Consejero del Cabildo Insular de Tenerife en cuatro mandatos. Ha sido viceconsejero de Políticas Sociales e Inmigración del Gobierno de Canarias desde julio de 2011 a enero de 2013.Coautor de diversos libros de Bioloia y Geología para Bachillerato y del libro "La neutralidad de Canarias" (1986).

Cañada Blanca, isla de Tenerife.

jueves, 5 de diciembre de 2013

EL ESTATUTO DE AUTONOMÍA DE MARIO AROZENA

Intervención de Melchor Núñez Pérez, ex –consejero del Cabildo de Tenerife y ex –viceconsejero de Políticas Sociales del gobierno de Canarias en el acto de presentación del borrador histórico de Estatuto de Autonomía de Canarias elaborado en 1919 por Mario Arozena Arozena, celebrado en el Cabildo Insular de Tenerife, el 22 de noviembre de 2013. En el acto intervinieron también D. Carlos Alonso, presidente del Cabildo Insular de Tenerife, D. Ricardo Melchior, ex –presidente insular, que apoyó la difusión del manuscrito desde el primer momento, y D. Gaspar Sierra, ex –consejero del Cabildo de Tenerife, autor del hallazgo del texto y que hizo una documentada semblanza biográfica del autor del mismo.

Intervención:

Esta “Carta de Constitución Administrativa” fue elaborado en 1919 por Mario Arozen Arozena, consejero del primer Cabildo Insular de Teneride (1913 -1917), justo a mitad de camino de dos acontecimientos claves de la historia reciente de Canarias: la creación de los Cabildos insulares, en 1912, y la división provincial de 1927. El título completo del documento de Mario Arozena es “Carta de Constitución Administrativa conteniendo el régimen autonómico para el gobierno y la administración de las Islas Canarias”. Un título revelador: por el énfasis que pone en el término de “Constitución”, así como por el propósito enunciado de que sirva para mantener y mejorar un régimen autonómico que consideraba ya existente, aunque falto de una formulación y articulación más completa, asunto precisamente que se propone resolver. Por esta razón, aunque este texto nunca se tramitó, las ideas que contiene, que el autor expuso también en artículos de opinión y en su gestión política, constituyen la primera propuesta sistemática de un Estatuto de Autonomía de Canarias de la que se tengan noticias. El texto está muy volcado hacia los aspectos administrativos (como corresponde al título) y tributarios del autogobierno canario. Sus aspectos claves son:

1. La reafirmación de los Cabildos como poderes territoriales insulares prácticamente plenipotenciarios, para todo cuanto competía al ámbito insular. Su visión de la autonomía insular es tan amplia que incluso concibe, y cito textualmente, la posibilidad de que “dos o más islas se puedan mancomunar para atender fines de su competencia que juntamente les interese realizar, como asimismo fundirse en un "consorcio capitular" unificando sus funciones en una sola corporación”. Esta situación puede ser incluso forzada legalmente por el poder regional en los casos de que un Cabildo saldase sus presupuestos ordinarios con déficit por encima de ciertos límites durante cinco años consecutivos, procediendo a la disolución de ese Cabildo y al encargo de la administración de la isla en cuestión a otro Cabildo, hasta tanto se subsanase la citada situación irregular. Su visión de la capacidad ejecutiva de los Cabildos llega hasta el punto de defender que puedan, dentro de sus funciones de alta tutela administrativa, cito también textualmente, “fiscalizar la función administrativa de los Ayuntamientos, investigando los servicios municipales, a fin de consignar y recurrir por las extralimitaciones cometidas; o bien conocerá y censurará los presupuestos y las cuentas municipales al solo efecto de corregir las infracciones legales, como asimismo podrá proponer razonadamente al poder público la supresión total y la fusión de municipios en su demarcación jurisdiccional (…)”. Unas supresiones o fusiones que deberían ser, en todo caso, ratificadas por las Cortes nacionales. Naturalmente, en esa propuesta también hay cuestiones desfasadas en el tiempo, como la inclusión en los Cabildos de representaciones delegadas de ayuntamientos o de corporaciones y entidades diversas, aunque no formasen parte del pleno (o como el impuesto a la achicoria en el tratamiento fiscal). 

 2. La creación de una Diputación como instrumento de poder regional. Una Diputación que básicamente equivaldría a lo que hoy es el Parlamento y el Gobierno de Canarias, nacidos con la Autonomía de 1982. Esa Diputación estaría integrada por diputados elegidos por el voto popular, y representantes elegidos por los cabildos insulares, a los que denomina consejeros. En total, 32 miembros, 16 de ellos diputados, y 16 consejeros, según la siguiente distribución para cada bloque: 4 por Tenerife, 4 por Gran Canaria, 3 por La Palma, 2 por Lanzarote y 1 por cada isla de Fuerteventura, Gomera y Hierro. Distribución que hoy habría que reajustar por razones obvias de peso poblacional de cada isla. 

La Diputación ejercería sus funciones ordinarias por medio de una Dieta, equivalente a una comisión permanente, integrada por nueve diputados y nueve consejeros, distribuidos también en las mismas proporciones insulares. La Diputación tendría básicamente tres competencias: - El fomento de obras y servicios de carácter interinsular, tales como los puertos de interés general o las comunicaciones (entonces telegráficas y telefónicas). - Lo que entonces se llamaba la “beneficencia”, que hoy denominamos políticas sociales y sanidad. - Las funciones de instrucción pública, que hoy denominamos enseñanza o educació. La Diputación tendría iniciativa legislativa ante las Cortes generales. La regulación de la iniciativa legislativa propia, Arozena la remitía a una ley específica de las Cortes nacionales.

 Mario Arozena intentó que, antes de la división provincial, se creará una Mancomunidad Interisular voluntaria (prevista en la ley de Cabildos de 1912). Elaboró su reglamento. Para salvar el escollo de la capitalidad regional propuso que se reuniera alternativamente en Las Palmas y en Santa Cruz. Desde dentro del Cabildo de Tenerife un influyente consejero rompió el consenso y dijo que no, y adoptó la posición maximalista de que se reuniera rotatoriamente por todas las islas. ¿Resultado?: aquello se aparcó y lo que vino fue la división provincial. 

3. La concepción de la hacienda regional: Un asunto árido, que trata con minuciosidad y profundo conocimiento. En síntesis, lo que propone es que la Diputación CONCIERTE con el poder central del Estado un “Convenio económico” en virtud del cual administre autónomamente los impuestos directos, incluidos los de la rentas del trabajo y del capital, e indirectos, incluidas las rentas de los Puertos Francos, a cambio del pago al Estado de un canon por el arriendo de esas funciones. Canon distribuido también insularmente. Ese canon se modificaría al alza o a la baja cada 10 años, proporcionalmente a la reducción o al aumento causado en la recaudación de los derechos arrendados. La Diputación podría incluso destinar fondos a cargo de ese canon para realizar anticipadamente obras acordadas con el Estado, compensándolos después con el precio del canon señalado. Con las lógicas diferencias de tiempo y lugar, ese es el tipo de CONCIERTOS DEL PAÍS VASCO y de NAVARRA, amparados por la Cláusula Adicional Primera de la Constitución de 1978. Una clausula clara, rotunda e intocable. 

¿Y LA ADMINISTRACIÓN DEL ESTADO? Al gobierno civil de la provincia, entonces una provincia única, equivalente a lo que ahora sería la Delegación del gobierno central, le correspondería funciones de intervención y fiscalización de ese Concierto o convenio económico. Pero también otras funciones que hoy resultarían más chocantes, tales como “poder suspender los acuerdos aprobados por las corporaciones de la región, de la isla, o del municipio, cuando se extralimiten en sus competencias o rebasen los límites de su autonomía, bajo la condición de dar cuenta al gobierno o a los Tribunales de Justicia, a los efectos de confirmar o revocar su resolución gubernativa”. En definitiva, funciones de control y promoción de una gestión responsable. 

En suma, una propuesta de autonomía y de autogobierno moderna, clara y sencilla, construida sobre dos piedras angulares: 1.- Los Cabildos insulares, como instituciones verdaderamente singulares, sin comparación posible con el resto del ordenamiento jurídico –político español, salvo con los concejos insulares de Baleares, que se crearon ya en la democracia, precisamente a imitación de los Cabildos canarios. 2.- Las singularidades económico –fiscales canarias, cuyo núcleo eran entonces los Puertos Francos y que hoy se supone es el REF. Y lo de “se supone” está dicho con segundas. 

Compárese este modelo (teórico, pero coherente y factible) con lo que hoy tenemos en Canarias: 

EN MATERIA INSTITUCIONAL Y ADMINISTRATIVA: - Un parlamento con 60 miembros (y propuestas de que ese número se eleve incluso a 70), más el gobierno y la mastodóntica administración autonómica. - 7 cabildos y sus respectivas administraciones insulares. - 88 ayuntamientos. Unos ayuntamientos cuya deuda pública asciende hoy a más de mil millones de euros, lo mismo que suma el conjunto de sus presupuestos. Deuda que ha llevado a la crisis a muchos de sus proveedores. - En total, excluido el Estado, casi 100 000 personas al servicio directo de esas administraciones (una empresa así, con miles de titulados superiores y técnicos si funcionase bien sería arrolladora, pero a los hechos me remito) Todas las administraciones se han expandido. Pero solo una ha perdido competencias y capacidad real de decisión: los cabildos insulares: - Perdieron la capacidad de la recaudación y gestión directa de los Arbitrios insulares creados con el REF de 1972 (aunque tengan la cotitularidad de los mismos). - Se suprimieron organismos regionales basados en los Cabildos, creados con ese mismo REF, como la Junta Interprovincial de Arbitrios Insulares (JIAI) o la Junta Económica Interprovincial de Canarias (JEIC). - Perdieron capacidad de planificación y ordenación comarcal o insular del territorio, en beneficio del poder de los ayuntamientos, la mayoría de los cuales no tienen siquiera sus planes generales de ordenación aprobados. - Pasaron, en fin, a ser administraciones que reinan pero no gobiernan, que es lo que se dice benévolamente de los que no mandan Una tendencia que no ha sido casual, sino que ha estado al servicio del modelo de crecimiento económico que condujo a la cuasi especialización monotemática en el turismo, a la burbuja inmobiliaria y a los 300 000 parados que tenemos en la actualidad, porque, habiendo dinero, era más “fácil” moverse como pez en el agua frente 33 administraciones en una isla como Tenerife, que frente a una sola que tuviera la visión del conjunto de la isla: cuando hay menos dinero, todo lo que eran facilidades se ha convertido ahora en un engorro burocrático. Una tendencia que ha conducido a la confusión actual sobre la naturaleza (la famosa doble condición de administración local e institución de la Comunidad Autónoma) y la verdadera función de los Cabildos. Tres ejemplos muy actuales: - Unos Cabidos (caso de Lanzarote y Fuerteventura) se oponen a que un recurso natural sea explotado en aguas de todos los canarios, e incluso a que una emprensa instale el centro logístico para esas operaciones en otra isla distinta a las suyas. - Que se pueda impedir por ley a un Cabildo (caso del de Gran Canaria) definir el modelo turístico alojativo que quiere para su isla. - O que se regatee a un Cabildo (caso del de Tenerife) la gestión de un parque nacional, recurso claramente entroncado con un territorio insular. 

 EN MATERIA DE GARANTÍAS SOBRE NUESTRAS SINGULARIDADES ECONÓMICO –FISCALES: 1. Se suponía que la Constitución de 1978, y el Estatuto de Autonomía de Canarias de 1982, contenían una garantía suficiente sobre el REF. Pero no, dos sentencias del Tribunal Constitucional a sendos recursos presentados por el gobierno de Canarias, una de 2003 y otra de este mismo año 2013, han dicho que este régimen puede ampliarse o reducirse al arbitrio del legislador nacional. 2. Por otra parte, la plena integración a la Comunidad Económica Europea, hoy Unión Europea, terminó por acabar con nuestra libertad comercial tradicional y crear una serie de figuras impositivas y de política económica en la provisionalidad permanente. 

EN MATERIA DE UNIDAD REGIONAL: No es cierto que la división provincial y, con ella, el pleito insular, hayan remitido o se hayan superado con el actual sistema autonómico. En muchos aspectos, el esquema biprovincial se ha reforzado y lo impregna todo: - En materia de PUERTOS (2 Autoridades portuarias provinciales). - En materia de UNIVERSIDADES (2 Universidades provinciales ¿y provincianas?). - Si la gestión de Aeropuertos Nacionales (AENA) se descentralizará, seguramente tendríamos dos AENAS provinciales). 

 CONCLUYENDO: Podemos hacer dos cosas: 

1. Podemos sacar este Estatuto de Arozena de la gaveta, y tratarlo como un mero objeto histórico o una curiosidad bibliográfica. 

2. Pero si de verdad queremos darle una utilidad, debemos utilizarlo como un referente para cambiar en profundidad muchas de las situaciones que hemos mencionado. A título orientativo, y de forma un tanto revulsiva y provocadora, sugerimos las siguientes cuestiones: 

• Cuando se dice que hay que dar más poder a los Cabildos, eso es pura retórica si no se lleva a la reforma del Estatuto de Autonomía. 

• Esa reforma debería tener un carácter “neo –constituyente”, que se aproximase al modelo de lo que Arozena llamaba Diputación y Concierto económico. 

• Además, debería existir una separación estricta de las competencias del poder regional de las de los cabildos insulares, y también de las de los ayuntamientos, en lugar del solapamiento, la concurrencia y el enmarañamiento normativo y competencial existente en la actualidad. 

• La doble capitalidad, si, PERO… Canarias son siete islas, no dos. Y, además, existe la administración electrónica, luego, también la posibilidad de una capitalidad más electrónica y menos presencial. 

• Suprimir ayuntamientos, agrupándolos en uno por comarca natural o histórica. En el caso de Tenerife, que es el que mejor conozco: en las comarcas del Área Metropolitana, Valle de Güímar, Sureste, Abona, Suroeste, Daute, Valle de la Orotava y Acentejo. Otro tanto, según sus peculiaridades históricas y geográficas, en el resto de las islas. Menos ayuntamientos, no implica menos municipios. Los municipios actuales pueden permanecer como entes históricos para ciertos servicios y acontecimientos culturales o festivos. 

• Reunificar las universidades pública canarias, con centros directivos, campus y recursos descentralizados por las islas. 

 • Crear una Autoridad portuaria canaria única, con control y capacidad de coordinación del conjunto de la actividad portuaria de las islas. Afrontar la renovación de un nuevo REF coherente con los objetivos de una economía más abierta y diversificada y, sobre todo, que esté constitucionalmente más garantizado. 

Esperemos, pues, que este interesante documento histórico sirva para eso, y no para pasarse otros cien años guardado en otra gaveta.

miércoles, 5 de junio de 2013

REGRESO A LA PATAGONIA

Hoy, 3 de julio, salgo de nuevo de viaje hacia la Patagonia. Entre diciembre de 2011 y diciembre de 2012 ya hice un viaje en coche por la Patagonia y Tierra del Fuego. Estuve en el glaciar Perito Moreno, el cerro Chaltén o Fitz-Roy, Río Gallegos, Ushuaia, Punta Arenas y Puerto Natales.Cruce en dos ocasiones el estrecho de Magallanes y navegue parte del Canal Beagle. Tierras desoladas, ventosas, en ocasiones muy solitarias, pero impactantes e inolvidables para quienes gusten de esas cosas. Más si se es geológo, antropólogo -las reminiscencias de los pueblos indígenas y de la violenta colonización de aquellos territorios están a flor de piel- o biólogo, como es mi caso, aunque nada de eso es imprescindible. Entonces era verano allí. Ahora es pleno invierno. Se trata de un viaje hecho con los mínimos gastos posibles: viajando en guagua (entre Santiago de Chile y Puerto Montt), visitando unos días la lluviosa isla Chiloé, luego en un barco de transporte de mercancías que recorre la laberíntica costa de Chile hasta Puerto Natales, aunque recientmente he sabido que puede que lo hayan suprimido, y desde allí, de nuevo en guagua, hasta Ushuaia, que los argentinos llaman Fin del Mundo, o la ciudad más meridional del mundo, aunque los chilenos dicen que es Puerto Willian, en la isla Navarino, al otro lado del Canal Beagle, y a la que también iré, si puedo. Aunque hay menos horas de luz y, naturalmente, mucho más frío, no quería privarme de la experiencia de ver la Patagonia blanca y más inhóspita. En realidad, una parte de la Patagonia, porque es inmensa. De hecho hay dos “patagonias”, una occidental, que se extiende hacia el sur desde el paralelo 41, y que incluye una parte de la cordillera de los Andes, y otra oriental, formada por grandes planicies que se extienden hacia el sur y hacia el océano Atlántico. Las mesetas que figuran en ambas proceden de movimientos epirogénicos o de ascenso continental. Al sur de ambas está la Tierra del Fuego, también más montañosa hacia el suroeste que hacia su parte oriental, dominada por planicies. En ambas emerge en superficie, en distintas zonas, el basamento de la corteza, sobre el que se han depositado sedimentos marinos y continentales, seguidos de una capa de cantos rodados y rocas volcánicas.Con frecuencia su toponimia refleja esa inmensidad y su condición de territorio legendario, con connotaciones de naufragios y extravíos: Bahía Inútil, Última Esperanza, Porvenir, Puerto Deseado, Punta Desengaño… En la medida que pueda, mi intención es ir contando el viaje en este sitio. Serán observaciones que me vendrán bien para escribir posteriormente algo más ordenado y sistemático, que ya tengo iniciado con las notas del viaje anterior. Continurá, pues.

domingo, 13 de enero de 2013

MÁS SOBRE MI BALANCE DE GESTIÓN

Reitero este suscinto balance de mi trabajo como viceconsejero de Políticas Sociales e Inmigración del Gobierno de Canarias, cargo que he tenido el honor de desempeñar hasta estos días, tras ser nombrado, en agosto de 2011, por el presidente Paulino Rivero, al que agradezco la confianza depositada en mi persona. Me voy con la sensación de haber trabajado a fondo; con una cierta frustración por las cosas que quedan a medias, aunque otras personas supongo que las continuarán y culminarán; y con la mejor opinión sobre el personal humano, funcionarial o laboral, impecable y altamente cualificado, de la Consejería. Con el sistema de cuotas territoriales y partidistas que prevalecen en la política canaria, era dificil -como se ha confirmado- poder continuar en el gobierno, sin un respaldo de partido. En mi ámbito de responsabilidades he tenido relación directa con el desarrollo del “Sistema Canario para la Autonomía y la atención a la Dependencia”. La denominada ley de dependencia entró en vigor en el 2007 sin ficha financiera ni la necesaria modulación en su desarrollo, generando unas expectativas imposibles de cubrir en la situación de crisis económica sobrevenida. Las dificultades también han provenido de la gestión del acceso a la situación de dependencia en Canarias, al intervenir una administración más, lo Cabildos insulares. Una parte de esos Cabildos tienen las competencias asumidas en régimen de transferencia y, el resto, delegadas. Hay que producir una descentralización más completa y eficiente, y poder simplificar así el procedimiento de acceso. La aprobación de un sistema conjunto para la derivación de personas dependientes que ocupan plazas hospitalarias, médicamente dadas de alta, a centros sociosanitarios, que pueden responder mejor a su situación de cronicidad y dificultades sociales, es otro aspecto clave de la gestión en el que hemos trabajado. Por último, quiero hacer una especial referencia a la nueva ley de servicios sociales. Una ley cuya tramitación se interrumpió en el año 2010. La participación social es clave para el éxito de esta iniciativa. En el borrador de anteproyecto hay un novedoso título dedicado a la inclusión activa y, en definitiva, a la centralidad del acceso al empleo para las personas en exclusión social, o riesgo de estarlo, y de apoyo a las empresas de economía social para facilitarlo. La ley debe clarificar nítidamente las competencias de cada administración en el ámbito de los servicios sociales y animar y encausar la contribución de las entidades de iniciativa social.

jueves, 20 de septiembre de 2012

Incendios en zonas rurales, naturales y forestales de la isla de la Gomera en el verano de 2012

A continuación reproduzco los comentarios que publiqué en Facebook a lo largo del mes de agosto y septiembre de 2012. El incendio se inicio el 4 de agosto, se reinicio e intensificó a partir del día 8 y se dió por controlado o, como se dice ahora, estabilizado, en la tercera semana de ese mes:
13 de agosto: Creo conocer la Gomera. La he andado mucho. La he vivido y la vivo. Hoy mismo he regresado de allí. Creo que es bueno reflexionar de forma desapasionada sobre lo que está ocurriendo. Hoy he estado consultado una colección de postales antiguas -de cuarenta, cincuenta y más años- de localidades y lugares de la isla. Es muy instructivo, a los efectos de constatar el rápido cambio de modelo socioeconómico que se ha producido y sus consecuencias: una localidad como el Cercado era un caserío de viviendas muy bajas, de una sola planta, piedra y tejas, rodeadas de huertas diáfanas, limpias, todas cultivadas. Caseríos pobres pero muy integrados en el entorno. Guadá era un mundo de casas de una o dos plantas, espaciadas, raramente metidas en palmerales, palmeras, en todo caso, limpias, desprovistas de "pencas" secas (porque la "penca" era un recurso ganadero), terrazas, bancales o eretas cultivadas, con paredones perfectamente mantenidos, y un cauce de barranco ocupado por plantas verdes (sobre todo sao: Salix canariensis), desprovisto de cañaveral, porque la caña era otro recurso de uso agrícola. Ahora el fuego ha avanzado "como a saltos", ha dicho alguien, por el cañaveral. En esos años se ha pasado de un modelo de base agrícola -ganadera a otro de sociedad de servicios, en el que han proliferado las segundas residencias y los apartamentos, lo que no es malo en sí mismo, porque la gente tiene derecho a mejorar sus condiciones de vida, como afortunadamente ha ocurrido en la Gomera: el problema es que no se haya incentivado la actividad primaria y favorecido todo lo que contribuyese a mantenerla, sino, con frecuencia, se ha dificultado o dejado muy en segundo plano. Esa actividad era la que realmente reducía el riesgo de incendios como el de estos días. Todo lo demás es secundario. Los hidroaviones son necesarios, pero no evitan los incendios: acaso los aminoran, una vez iniciados y, si las condiciones meteorológicas son muy adversas, ni siquiera eso. Lo que evita los incendios es la agricultura y la ganadería como opciones reales y viables de vida; como base de conexión e interrelación con la naturaleza. 13 de agosto: Solo una impresión, una pincelada, sobre los incendios forestales o de vegetación (matorrales, palmerales, cañaverales...) que están ocurriendo este verano en las islas. Este asunto exige una reflexión profunda sobre el modelo económico -social canario. Se ha producido una desconexión creciente de nuestra sociedad con el sector primario -agricultura y ganadería-, en favor de los servicios. La agricultura y ganadería visibles lo son solo como exhibición -romerías, arrastres de ganado-, pero no como sector productivo; buena parte de antiguas tierras de cultivo están balutas, invadidas por zarzales y materiales combustibles, y nada ni nadie obliga a sus propietarios a mantenerlas limpias, o la normativa medioambiental se los impide de manera inflexible cuando lo procuran. Antes existía una complicidad social efectiva para impedir que se produjeran los incendios, porque mucha gente vivía del aprovechamiento de los montes y de los cultivos. Eso casi ha desaparecido. La prevención y extinción de incendios se ha convertido en un negocio -más helicópteros, hidroaviones, todoterrenos ...- o en una fuente de empleo, que no guarda proporción con la eficacia efectiva de esos mismos medios para prevenir o extinguir los incendios. Es como para creer que existe un círculo vicioso: a más medios, más incendios. Y para colmo, hay un factor mediático que lo exagera y, en ocasiones, por desconocimiento o sensacionalismo, lo tergiversa casi todo: estas semanas hemos sido testigos de infinidad de titulares o afirmaciones radiofónicas y televisivas que daban por arrasado por las llamas al parque nacional de las cañadas del Teide o al parque de Garajonay, y algunos responsables públicos casi se ven obligados a dedicar más tiempo a hacer declaraciones y ruedas de prensa que a actuar. Son tantas las inexactitudes que no sabríamos ni por donde empezar. En ocasiones se le da voz a personas que dicen barbaridades sin ton ni son, del tipo de "hay que quemar a los políticos", dicho en unas islas donde ya murieron en un incendio varios responsables políticos en los años ochenta. No hay ecologistas serios -¿están de vacaciones?-, y se echa en falta voces universitarias que ayuden a analizar las cosas en profundidad. Toda la fuerza se va en decir obviedades o lugares comunes. Lo dicho: se necesita más reflexión para desentrañar la naturaleza de fondo de este problema y adoptar decisiones que vayan a la raíz del mismo, porque, de lo contrario, se repetirá. 20 de agosto: Es una pena que, con todo lo que se habla y se escribe en los medios de comunicación sobre el incendio de La Gomera, no se haga con algo más de rigor. Sería, por ejemplo, perfectamente posible y conveniente recabar la medición exacta de la superficie quemada por formaciones vegetales (pinar, matorral, palmeral, fayal brezal, brezal, laurisilva, etc.) y su grado de afección, para evitarnos tener qu e leer que "han ardido más de mil hectáreas de laurisilva", cosa materialmente imposible. Existen métodos para conocer ese dato hasta el detalle. Afortunadamente, la zona de laurisilva húmeda ha resistido muy bien este incendio, como ya lo hizo en el de 1984. Si se actuase con ese rigor, se podría confirmar lo que mucha gente sospecha: que salvando los lamentables daños a viviendas en Valle Gran Rey y en algún caserío, las pérdidas estrictamente ecológicos han sido muy inferiores a lo que se ha afirmado de forma tremendista y catastrofista, con un importante daño a la imagen de la isla y al sector turístico, como ya ha señalado la Asociación de Empresarios de Hostelería. Con frecuencia damos una imagen melodramática y apocalíptica de Canarias (aún está reciente el caso del volcán de El Hierro), que no nos merecemos, y que al final comoporta más inconvenientes que sus supuestas ventajas (medidas en términos de ayudas o subvenciones). De disparates como insinuar que los autores del fuego quieren asemejar a la islas occidentales con la de los "secarrales" (término con el que se quiere descalificar a la hermosa isla de Gran Canaria), tal como se ha dicho desde las editoriales de un medio de comunicación, mejor ni hablemos: con "nacionalistas" así, no hacen falta antinacionalistas. 22 de agosto: El alcalde Valle Gran Rey ha dicho que el incendio puede ser una oportunidad para regenerar la zona, porque el cañaveral había invadido el barranco "desplazando a los sauces" y "acorralando" a las palmeras que, no obstante, tendrán una recuperación rápida. Es cierto, luego la cuestión era haber mantenido el cañaveral a raya, para no tener que lamentarlo después. Y obligar, con ayudas, pero también de forma persuasiva, a mantener limpias las palmeras y huertas sin cultivar, y evitar la construcción en lugares indebidos. Solo así se reducirán los riesgos en el futuro. Además, ahora que casi no queda cañaveral habría que evitar que proliferase de nuevo. Por lo que se refiere a las ayudas a los damnificados, hay que centralizar la gestión de las solicitudes a Vivienda y Políticas Sociales, a través de ayuntamientos y Cabildos, para que las cosas vayan bien y la burocracia no sea como el remedio: peor que la enfermedad. 3 de septiembre: A vueltas con el incendio de la Gomera: ayer 2 de septiembre estuve recorriendo algunas zonas que sufrieron el incendio: las Hayas, el Cercado, Guadá... He visto palmeras quemadas, aparentemente deshauciadas, pero en realidad vivas y colean do, en las que ya han brotado inflorecencias; el cañaveral del barranco de Guadá rebrotando con una fuerza impresionante; y, desde luego, zonas de brezales y matorrales quemadas, pero que sin duda se regeneraran después de un invierno y, todo lo más, en unos pocos años. Las pérdidas agrícolas no son grandes y, desde luego, subsanables, porque, desgraciadamente, no hay demasiado suelo cultivado en las zonas afectadas y, en muchos casos, sí huertas abandonadas, con otrora espléndidos paredones semiderruidos. Las zonas de monteverde quemadas no las he podido observar porque la carretera del centro, entre el acceso por las Hayas y Pajarito sigue cerrada, al parecer porque se sigue trabajando en la extinción de un fuego subterráneo cuya naturaleza me intriga sobremanera: no alcanzo a entender como puede producirse esa combustión, tal como se dice, a metros de profundidad, en completa ausencia de oxígeno y, logicamente, escasa materia combustible. Pero, en fin, supongo que ya se explicará con más exactitud esta cuestión. 8 de septiembre: Movilizar a personas paradas y capacitadas, para trabajos de limpieza de zonas quemadas, cobrando hasta el 100% de la base reguladora de la prestacion por desempleo, no parece mal camino. Entre otras cosas, disuadiria a muchos piromanos de provocar el fuego para forzar contrataciones. 14 de septiembre: Hay que ser constructivos. Y tener propuestas y alternativas. Sobre todo si se hace oposición. Todo lo demás es ruido. La crítica por lo ocurrido con los incendios forestales de este verano en Canarias, y en particular en la Gomera, no puede ser un mero ejercicio sectario y partidista de intentar desacreditar a éste u otro responsable político. Eso solo genera frustración en la sociedad. El consejero de Economía, Hacienda y Seguridad del gobierno de Canarias lo dejo claro en el Parlamento, al asumir la responsabilidad de la bajada del nivel de emergencia del incendio de La Gomera, una decisión que tomó, según dijo, en función de la propuesta del técnico forestal que dirigía la extinción, pero sin que ello fuera la causa de que se reactivara. Fueron el calor y el viento los responsables de esa reactivación, no la decisión citada, aunque la misma se revelara luego inadecuada. Lamentablemente, la forma de plantear el debate por parte del PP en el parlamento de Canarias, meramente crispante y a la búsqueda del desgaste político del gobierno, ha imposibilitado una reflexión más positiva y de fondo sobre por qué ocurren estos incendios provocados y cómo crear condiciones socioeconómicas de futuro que reduzcan el riesgo de que se repitan. Por lo demás, resulta poco explicable que algún diputado se ausentara en el momento de la votación sobre si crear o no una comisión de investigación (¿qué hay que investigar que no se pudiera investigar en el propio debate en el pleno del Parlamento?), porque los parlamentarios están para asumir responsabilidades con su voto, no para ausentarse.

jueves, 21 de junio de 2012

213 ANIVERSARIO DEL PASO DE ALEJANDRO HUMBOLDT POR CANARIAS: UNA ESTANCIA DE UNA SEMANA QUE CUNDIÓ

Alexander von Humboldt (1769 -1859), naturalista y geógrafo alemán, estuvo en Canarias en 1799, junto con el botánico Aimé Bonpland: en La Graciosa el día 17 de junio, y en Tenerife entre los día 19 y 25 de junio, como parte de su viaje a Sudamérica, en el "Pizarro". Fruto de este viaje fue su obra, publicada en francés, "Viaje a las regiones equinocciales del Nuevo Continente hecho en 1799, 1800, 1801, 1802, 1803 y 1804 por A. de Humboldt y A. Bonpland", preparada y publicada entre 1805 y 1834, en unos treinta volúmenes. Uno de los grandes bloques temáticos de la obra es la narración (incompleta) del viaje, que tituló como "Relación histórica del Viaje a las regiones equinocciales del Nuevo Continente", publicado por primera vez en París en tres volúmenes entre 1814 y 1819, acompañado del "Atlas pintoresco" – Vistas de las Cordilleras y monumentos de los pueblos indígenas de América, y una historia en cinco volúmenes de la conquista de América. Esta parte se publicó por primera vez en inglés en 1825, en Londres, en cinco volúmenes con el titulo de "Personal Narrative of Travels To Equinoctial Regions of America", obra que influyó mucho en el deseo de Charles Darwin de visitar Tenerife, como efectivamente intentó en Enero de 1832 durante su viaje en el "Beagle" como naturalista, sin conseguirlo, por un problema de cuarentena que le impidió desembarcar en el puerto de Santa Cruz. Las obras de Humboldt que contienen mas referencias a Canarias son, además la citada, "Cosmos", un monumental relato del mundo físico escrito a lo largo de su vida, y su correspondencia con otros naturalistas y con su hermano Wilhelm. Uno de los colaboradores de Humboldt en Canarias fue Pierre Marie Auguste Broussonet (1761 -1807), un naturalista francés afincado en Tenerife, que fue cónsul de Francia en esta isla entre 1801 y 1804, con el que se carteó a lo largo de los años. Otro de los autores de los que Humboldt obtuvo mucha información para elaborar sus consideraciones sobre Canarias fue del geólogo y geógrafo alemán Leopold von Buch (1774 -1853), que estuvo en las islas algunos años después que Humboldt, pero que publicó sus trabajos antes que éste. La imagen adjunta es una fotografía de la magnífica estatua de cuerpo entero de Alejandro Humboldt, obra de la escultora Ana Lilia Martín, situada en el también estupendo mirador sobre el Valle de la Orotava que lleva el nombre del naturalista alemán. Valle de la Orotava, o Taoro para los guanches, al que el autor dedicó una conocida referencia sobre su equilibrio y belleza.