El informe del Panel Internacional sobre el Cambio Climático, dependiente de Naciones Unidas, del año 2007 advertía de forma categórica sobre el calentamiento de los océanos y la previsible expansión térmica que el mismo provocaría, con la consiguiente elevación de su nivel. Se daba entonces este hecho como algo irrefutable, atribuido al denominado cambio climático antropogénico.
Las conclusiones de la Expedición Malaspina 2010 (llamada así en recuerdo de la expedición científico -política alrededor del mundo de 1789 -1794), un proyecto gestionado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), con la participación de 400 investigadores de 50 instituciones españolas e internacionales, pueden ser muy esclarecedoras al respecto, no solo por lo que digan, sino por lo que no digan sus conclusiones. Por lo pronto, un primer avance periodístico publicado por Carlos Duarte (*), coordinador de la expedición, al término de la misma, después de siete meses de circunnavegación del planeta, explica que se ha recabado una ingente información sobre la biodiversidad del plancton del océano, cuyo contenido genómico llevará años estudiar, así como que se han obtenido resultados ya significativos en asuntos como la evidencia de la disminución de la concentración de oxígeno en el océano tropical; el descubrimiento de microalgas fotosintéticas viables a 4.000 metros de profundidad en el océano; el descubrimiento de que el océano profundo ecuatorial es un punto de intensa actividad biológica y de que el Índico presenta una mayor capacidad para actuar como sumidero de C02 que el resto de los océanos, y otros asuntos.
Todos datos muy interesantes, pero ni una sola referencia a la detección de un calentamiento anómalo en capas profundas de las aguas de los océanos ni la expansión térmica de los mismos, uno de los objetivos con los que se publicitó periodísticamente la expedición en vísperas de su partida. Puede que el asunto se dé por un hecho tan obvio que no merezca de mayores comentarios. Pero resulta extraño, tratándose de una expedición que se publicitó "mediaticamente" iba a demostrar los efectos del calentamiento del planeta.
(*)DUARTE, Carlos, El espíritu Malaspina, El País, 18 de julio de 2011.
Blog dedicado a misceláneas, citas, reseñas, comentarios, viajes y viajeros. Un poco de todo.
Melchor Núñez Pérez

Biólogo. Ha sido profesor y director del Instituto de Enseñanza Secundaria Viera y Clavijo de La Laguna. Nacionalista constitucionalista y autonomista. Consejero del Cabildo Insular de Tenerife en cuatro mandatos. Ha sido viceconsejero de Políticas Sociales e Inmigración del Gobierno de Canarias desde julio de 2011 a enero de 2013.Coautor de diversos libros de Bioloia y Geología para Bachillerato y del libro "La neutralidad de Canarias" (1986).

Cañada Blanca, isla de Tenerife.
No hay comentarios:
Publicar un comentario